jueves, 28 de mayo de 2009

ESPACIOS PARA CRECER, educando a la población infantil para el futuro.

Por: Mario H. Consuegra
Jesús Manuel trabajaba por la noche en un taller, haciendo mandados y a veces suministrándole aceite a las motos. Por cada mandado le pagaban $500 y algunas veces $1000 y al finalizar la noche le daban $1000 pesos por el día de trabajo, “sumando lo de los mandados y el día, me ganaba aproximadamente $5000 pesos diarios” afirma Jesús. Con esa plática se compraba trompos a veces. Por la mañana asistía al colegio y por las tardes hacia las tareas y dormía unas horitas antes de entrar al trabajo. Tiene 11 años.
Jonathan José, tiene 10 años, era un niño travieso, no le gustaba el estudio, y por cosas de la vida su colegio tuvo que tomar vacaciones forzosas; las instalaciones se derrumbaron. Mientras las directivas del colegio veían como levantar la institución. El papá de Jonathan lo buscaba todos los días para llevarlo a trabajar en su negocio de celulares; “me daban los celulares dañados y yo los ponía a funcionar” cuenta Jonathan, luego el mismo se los llevaba a los dueños.
Jesús Manuel y Jonathan ahora son beneficiarios de el Programa “y erradicación del trabajo infantil.Espacios para crecer”, proyecto financiado por el Departamento de trabajo de los estados unidos (USDOL), en el cual DevTech, mexicot, sindet and partner of América ejecutan una estrategia por la educación
Como Jesús y como Jonathan son 3000 niños que ya son beneficiarios del programa, desde enero de 2008 fecha en que se inicio el proyecto, otros 7200 niños serán beneficiados, para cuando pasen 3 años tiempo meta del programa de intervención, esto de la mano de la oficina técnica región norte de la Universidad del Norte, encargada de ejecutar el programa para la Costa Caribe; Barranquilla, Santa Marta y Cartagena; en asocio con la Fundación Mamonal y la Fundación para el desarrollo del niño, la familia y la comunidad, y la Escuela Kiwani, institución que ha brindado sus instalaciones desinteresadamente para el desarrollo del proyecto.
“Cuando los niño ingresan al programa se identifica en ellos ciertas dificultades; algunos no saben leer o no se concentran, otros no tienen interés por el estudio o tienen problemas de actitud. El programa busca animar a los niños para que logren sentarse a estudiar, por medio de trabajos en grupo, enseñándoles a tener disciplina al estudiar, trabajando en sus conocimientos cognitivos, por medio de actividades lúdico-recreativas, ya que muchos de ellos su edad no va de acuerdo con los conocimientos y comportamiento que manejan; es decir; niños de 10, once y doce años que nunca han asistido a la escuela se comportan como niños de 6 años”. Resalta la profesora Lola Turizo, Coordinadora de Espacios para crecer.
En el desarrollo del proyecto se ha observado en los niños un incremento del interés por el estudio, al mismo tiempo que han ido ganando confianza en si mismos y deseo de estudiar, “le van cogiendo amor al colegio y al estudio” afirma el Profesor Jorge palacio coordinador de Espacios para crecer, Región norte. Quien plantea que se está buscando asegurar la continuidad del proyecto conversando con instituciones educativas públicas y privadas para qué se vinculen y a la vez con los padres de familia para que se involucren y hagan participes de la acción de erradicación infantil.
Jesús Manuel quiere ser policía para impedir que señores roben a abuelitas y casas, e invita a todos los niños que siguen trabajando a la escuela. Y Jonathan quiere ser militar, para trabajar por su país y dice: “hay que estudiar porque sino una se va a quedar es bruto” palabras de niños que se les ha despertado la curiosidad y el interés por el estudio, felices de tener un espacio para aprender y un espacio para crecer.
“Los niños a la escuela y los padres al trabajo”, como menciono Lola Turizo, Coordinadora Espacios para crecer.